28 de Diciembre de 2009. Se ha debatido mucho sobre qué comen exactamente los peces. Un estudio realizado hace varios años sugirió que los peces obtienen casi el 50 por ciento de su carbono de los árboles y las hojas, lo que indicaría un vínculo muy estrecho entre los ecosistemas terrestres y acuáticos. Pero una nueva investigación de la Universidad de Washington muestra que probablemente esto no es cierto. Las algas proporcionan una dieta mucho más rica para los peces y otras formas de vida acuáticas.
Los resultados podrían ser importantes no sólo para la zoología, sino también para la acuicultura. En términos de recursos pesqueros, esto significa que realmente hay que centrarse en las algas para asegurar la correcta nutrición de los peces.
El nuevo estudio, realizado por Michael Brett y otros científicos, indica que las algas son ingredientes necesarios para un saludable zooplancton, el conjunto de diminutos animales que está en la base cárnica de la red alimentaria acuática.
El laboratorio de Brett estudia los ácidos grasos omega-3. Los peces no pueden producir estos lípidos beneficiosos para la salud cardiaca. Sólo se pueden abastecer de ellos mediante su acumulación a partir de la dieta. El grupo de Brett ha realizado análisis para determinar de dónde proceden exactamente los omega-3.
La investigación anterior, realizada por el Instituto para Estudios de Ecosistemas en Millbrook, Nueva York, fue un experimento a gran escala en tres lagos de Michigan. Los investigadores fertilizaron estos lagos con una forma etiquetada de dióxido de carbono espolvoreada en la superficie durante más de un mes. A continuación, analizaron la cantidad de carbono marcado existente en los animales de cada posición de la red alimentaria acuática. Aún cuando la materia vegetal terrestre constituyó sólo un 20 por ciento de la comida disponible, los investigadores descubrieron que el carbono de los animales parecía ser terrestre en un 50 por ciento.
El estudio de la Universidad de Washington se basó en un enfoque diferente. Brett y sus colegas cultivaron zooplancton en el laboratorio, alimentándolo con una dieta de algas puras, o una de carbono puramente terrestre, o una de varias mezclas de los dos. Descubrieron que el zooplancton alimentado con una dieta exclusivamente de origen terrestre sobrevivió y se reprodujo, pero alcanzó tamaños pequeños y produjo relativamente pocas crías. Los animales del zooplancton alimentado con una dieta de sólo algas eran 10 veces más grandes que sus homólogos alimentados con materia de árboles, y produjeron 20 veces más descendencia. Los animales del zooplancton alimentado con una dieta mixta eran más grandes que los alimentados con materia terrestre y produjeron más descendencia al aumentar la proporción de algas en su dieta. Información adicional en: