Los virus

lunes, 8 de febrero de 2010

Los virus son entes biológicos constituidos por material genético con una cubierta protectora.
Carecen de metabolismo propio y aprovechan los mecanismos genéticos de las células para su reproducción.
Al carecer de metabolismo propio los virus son parásitos intracelulares obligados. Fuera de la célula son partículas inertes.
Por no presentar las funciones vitales, excepto la reproducción que es realizada por las células a las que parasitan, no suele se les suele considerar seres vivos.
El material genético de los virus consiste en algún tipo de ácido nucléico que puede ser de cadena sencilla o doble.
Cada partícula vírica porta generalmente una sola molécula de ADN o ARN aunque algunos pueden llevar varias.
Protegiendo estas moléculas poseen una cubierta proteínica llamada cápside (o capsida).
Algunos virus, sobre todo los que parasitan animales, poseen una cubierta o envuelta membranosa exterior a la cápside, obtenida de la célula huésped. Además de estos componentes, los virus pueden llevar en el interior diversas proteínas como enzimas específicos de la replicación o proteínas estructurales, así como proteínas de reconocimiento exterior para poder ser captados por las células.
La partícula viral completa recibe el nombre de virón. Los virones son siempre submicroscópicos. Su tamaño típico varía entre los 20 y 300 nm. Morfológicamente se diferencian tres modelos virales según sea la disposición de los capsómeros: formas poliédricas o isométricas, formas helicoidales y formas complejas.
En los virus con forma poliédrica, los capsómeros se disponen en el espacio de forma globular, generalmente icosaédrica, dejando en el interior un espacio para el material genético.

Los virus helicoidales tienen forma de varilla y el material genético y los capsómeros se unen en una espiral.
Algunos virus, como los bacteriófagos que parasitan bacterias, tienen unas estructuras más complejas con proyecciones exteriores para la fijación y la inyección del material genético.
Para la reproducción, es decir, la formación de nuevos virones, los virus se apropian de los mecanismos genéticos de la célula y los modifican de modo que produzcan los componentes virales. El primer paso en este proceso consiste en un mecanismo de fijación o adsorción que sucede cuando una célula entra en contacto con las proteínas exteriores de la cápside o de la envuelta. Estas uniones son específicas entre virus y células y es el motivo por el cual un determinado virus sólo es capaz de infectar a un tipo de organismo o a un tipo celular específico.
Tras esta unión la célula introduce en su citoplasma la partícula vírica como si se tratase de un componente propio. En el citoplasma se separan los capsómeros y se libera el material genético. Este material puede producir inmediatamente nuevos virus y entonces se habla de ciclos líticos, o incorporarse al ADN celular y permanecer latente un periodo más o menos largo en los ciclos lisogénicos. Tras su síntesis, los componentes se autoensamblan y se liberan de la célula ya sea por migración, saliendo de la célula una vez formados, o por lisis celular, ensamblándose en el interior y rompiendo la célula. En el caso de virus con envuelta, ésta la adquieren de la membrana plasmática celular. Los nuevos virones son copias del original capaces de infectar a nuevas células.
Ejemplo de un ciclo vírico : HIV humano
La clasificación de los virus es compleja y se hace atendiendo a su material genético y a su estructura.
Es probable que el origen de los virus se polifilético, es decir, que hayan surgido varias veces independientemente durante la evolución. Es seguro que no son organismos primitivos pues han de ser posteriores a las células a las que parasitan. Es posible también que algunos de ellos tuvieran en el pasado un posible papel parasexual, transfiriendo genes entre células diferentes. Esta propiedad de algunos virus se aprovecha en ingeniería genética para introducir genes en células, son los llamados vectores virales.
Los virus tienen una importancia económica de primer orden, ya que son importantes agentes infecciosos tanto en humanos como en plantas y animales. Entre las enfermedades virales humanas puede destacarse la gripe, catarros y resfriados víricos, paperas, sarampión, SIDA, varias hepatitis, herpes, fiebre amarilla, poliomielitis y rabia. Ciertos virus pueden inducir la aparición de diversos cánceres. El tratamiento actual de las enfermedades virales es más complejo que el de las enfermedades de origen bacteriano, pues al carecer el virus casi por completo de enzimas propias es difícil encontrar agentes que inhiban su replicación sin dañar a las células.
Plásmidos
Son fragmentos de ADN bicatenario circular que pueden aparecer en el citoplasma de algunas bacterias, a las que confieren ciertas características.
El plásmido puede insertarse o no en el cromosoma bacteriano, y también puede duplicarse independientemente de éste.
Viroides
Son fragmentos de ARN circular con capacidad infecciosa. No tienen cubierta de proteínas. Casan algunas infecciones sobre todo en plantas
Trasposones
Un transposón es una secuencia de ADN capaz de replicarse e insertar una copia de si mismo en un nuevo lugar del genoma. Los transposones son secuencias repetitivas que seguramente proceden de retrovirus ancestrales. Se han descubierto en bacterias y en células eucarióticas.